Big Little Lies. T1

Big Little Lies nos cuenta una historia de una zona de clase media alta, más bien alta, de los Estados Unidos. Y, lo que en un principio nos lleva a pensar que todos en esa zona son felices y tienen vidas perfectas, la realidad dista mucho de ello. Con un reparto de lujo, compuessto por: Reese Witherspoon como Madeleine Martha Mackenzie; Nicole Kidman como Celeste Wright; Shailene Woodley como Jane Chapman; Laura Dern como Renata Klein y; Alexander Skarsgard en el papel de Perry Wright.

La serie, que, en principio, fue concebida como una Miniserie (ha sido confirmada una T2), nos lleva a descubrir un misterioso asesinato cometido en una fiesta temática en un instituto. Durante todos los episodios, vamos viendo saltos temporales sobre la noche en cuestión y, sobre los hechos que llevan a el asesinato. Esto, en mí opinión, hace previsible la resolución del crimen mucho antes de lo esperado. Claro que también, con esta serie, sufrí lo que he bautizado como "Contaminación". Es decir, que, por las críticas leídas, las alabanzas al formato HBO (sin duda, merecidas) y, el constante bombardeo de publicidad, hilé demasiado pronto los puntos clave.

No obstante, es una serie muy cortita, con una BSO impecable, algún día hablaré de ello, unas actuaciones magistrales, destacando por encima de todas a las de Alexander Skarsgard (el vampiro Eric de True Blood). Las otras son notables altos, pero la suya es de sobresaliente.

No sé si es necesaria una T2, para mí desde luego que no, pero no por ello deja de ser una de las grandes series de HBO durante 2017 y, el estreno de su segunda temporada, a mediados de año, nos harán volver a uno de esos lugares con paisajes impecables, vidas perfectas y maravillosas, donde nada es lo que parece.