Into the Dark: The Body.
Inspirada en la fiesta de Halloween, este primer episodio,
nos cuenta los devenires de un asesino a sueldo que, sin comerlo ni
beberlo, se ve envuelto en varios problemas acaecidos por la broma pesada de
alguien (ya sabéis, “¿Truco o trato?”). Así es cómo termina en una
fiesta cargando con el cuerpo de su víctima mientras finge que va disfrazado de
John Wick.
El asesino, Wilkes (Tom Batteman), en la fiesta de Halloween
a la que se ha visto obligado a ir, le cuenta a Maggie (Rebecca Rittenhouse)
a qué se dedica y cómo ha de deshacerse de un cuerpo. Ella, como es lógico,
cree que todo es fachada y, que es una historia que se ha inventado para
ligar con ella. Por supuesto, nuestro querido Wilkes (como Annie Wilkes en Misery
de Stephen King), no puede abandonar la fiesta de forma rápida, todo el mundo
quiere se quede ya que, posee, el mejor disfraz.
Con esa premisa arranca el capítulo/película de unos ochenta
minutos de duración y un ritmo bastante constante, HBO nos invita a pasar el
primer Halloween en la oscuridad. El guion, es apañado, no es una
maravilla, pero tampoco un desastre completo, quizás, a varios de los
personajes secundarios, les falte algo de carisma y que sean sumamente
hostiables, pero tampoco le restan demasiado al episodio y a la historia
principal. La acción es limitada y los diálogos llenos de galimatías nos pueden
llegar a distraer del propósito inicial del episodio.
Las referencias, hacen que todo sea un poco más divertido (si uno pilla todas, es que, realmente, es un friki de las series). Por lo demás, decir que es un digno entretenimiento. No
pretende hacer historia en TV, pero sí distraernos durante un rato. No da miedo
y no asusta, aunque eso no importa demasiado. Simplemente, ha de ser vista cómo
lo que es, un pasatiempos.
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