Succession T1. El Poder de la autodestrucción.

Succession es una producción de HBO, lo que ya nos indica que vamos a tener cierta calidad en la serie. Además de que el guion sea soberbio, hay que decir que cada toma de cámara es una obra de arte. Alguno podrá decir que es lenta, pretenciosa y que se abusan de los primeros planos. Todo eso es cierto, ¿y qué? A nadie le importa.

En la serie seguimos a la familia Roy. Una de las familias más importantes de los Estados Unidos ya que poseen el mayor conglomerado de medios de comunicación y están diversificados en varios sectores. Estos sectores van desde los parques de atracciones a los cruceros. Y, es en uno de esos parques de atracciones, donde comienza la serie (realmente, lo ha hecho minutos antes en una junta directiva donde hay cierta tensión entre Logan y su hijo Kendall), gracias a que uno de los nietos de Logan Roy, es expulsado del mismo parque donde acababa de conseguir un trabajo como mascota.

Desde el parking del propio parque de atracciones, llama a su madre y le dice que vaya a ver a Logan y que le lleve un regalo ya que es el día de su cumpleaños. Él será el que nos introduzca dentro del juego de poder, ya que andará igual de perdido que todos nosotros y será con el personaje con el que más consigamos empatizar, me atrevería a decir, incluso, que es con el único con el que podemos llegar a empatizar.

Y es ahí donde nosotros empezamos a conocer los entresijos de la familia. Todavía andaremos un poco perdidos hasta más o menos el capítulo seis, que será cuando ya tengamos localizados a todos los personajes y ubicados en su respectivo rol. Durante los primeros episodios, todos los hijos querrán hacerse cargo de la empresa en lo que su padre está convaleciente de un ictus. Ahí es dónde empiezan a descubrirse parte de los problemas que el padre ha ido ocultando a todos y, dónde los diferentes conflictos de intereses empiezan a florecer. En la temporada, queda patente la decadencia de un imperio que antes conseguía mantenerse a flote gracias al apellido familiar y que ahora, no consiguen nada de lo que se proponen.

Las traiciones, las drogas, la política, el dinero, el sexo y el poder, son los elementos clave de esta enorme serie que nos ha regalado HBO. Los ricos también sufren.