La palabra N.

Por fin he empezado a ver la temporada cuatro de The Good Fight. El primer episodio es una distopía en la que Hillary habría ganado las elecciones en los Estados Unidos y, habría tapado todos los movimientos feministas y sociales surgidos gracias a la victoria de Trump. También les estarían friendo a impuestos y, el bufete estaría a un paso de la quiebra. No hay mal que por bien no venga. Después, volvemos a la realidad y, para mi sorpresa, en esta temporada, no es Trump el enemigo. Ahora, el enemigo es lo políticamente correcto. Dice un señor en el primer episodio de la temporada que a él le gusta Trump porque dice lo que piensa. Que dice muchas gilipolleces, pero que no se deja llevar por la corrección política. Demonios, eso llevamos diciendo muchos durante mucho tiempo. 

The Good Fight' pierde a otro de sus originales: Nos despediremos ...En el tercer episodio aparece la palabra N. Y se arma un revuelo en el bufete. Un bufete que ya no es independiente, pero quiere parecerlo. Ahora, está supeditado a una entidad mayor. Sin embargo, Reddick, Boseman y Lockhart sigue existiendo y siguen destacando por ser una mayoría afroamericana. Recordemos que a Maia (que ya no sale en la serie) a Diane y a Marissa tardaron en aceptarlas por ser blancas. En este episodio, Adrian, cita a un político y pronuncia la palabra N. Esto supone que, la nueva gestoría, comience una investigación por racismo. Caramba, ni que Adrian fuese Samuel L. Jackson en Django. Después, nos enteramos gracias a Liz que no pueden deshacerse de ellos. Al parecer, anteriormente, el nuevo propietario sacó una foto de empresa y la colgó en redes sociales. En esa foto todos eran blancos y, por las numerosas críticas, decidieron colorear a tres con Photoshop. En este episodio también hablan de las reparaciones por la época de la esclavitud que siguen manteniéndose en varios estados de los Estados Unidos. Algunos dicen querer pasar página y que la gente no debe pedir perdón por lo que hicieron sus antepasados. Otros siguen mostrándose ofendidos. Por supuesto, David Lee (que ha vuelto esta temporada) pasa de todo. Le da igual que a sus antepasados judíos los matasen los Nazis. Él vive el presente. Marissa, que hizo el servicio militar en Israel, también se muestra muy a favor de pasar del tema y no quiere darle ninguna importancia a la palabra N ni a las reparaciones por genocidios o esclavitud. 

Esto es lo que nos han querido mostrar esta vez los King. La corrección política y la absurdez de sentirse ofendidos por todo son elementos que rodean nuestra sociedad y, que deberíamos dejar de lado. Claro que siguen manteniendo que hay brutalidad policial y que, en ocasiones, se juzga a la gente por su raza, pero sostienen que no es una tónica general. Que uno no puede escudarse en hechos aislados para elaborar una situación insostenible para todos ellos. La temporada está siendo reveladora. Me la esperaba igual a la anterior, pero no, está siendo completamente diferente. Maravillosa.

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