New Girl: Una sitcom sinigual.
New Girl es mi sitcom (palabro) favorita junto a Sexo en Nueva York. Las dos tratan de lo mismo. De la amistad y el amor. Vamos como todas las sitcom. Sin embargo, New Girl tiene una chispa imposible. Es fresca en todos los sentidos, incluso cuando Zooey Deschanel tiene que dejar momentáneamente la serie, la trama general se mantiene. Ahí entra Megan Fox y la historia evoluciona en el sentido que debería.
New Girl es la historia de una profesora de secundaria que, cuando cree que su relación con su novio está a punto de dar el siguiente paso, descubre que él la está engañando. En ese momento decide cambiar de vida y se muda a un piso lleno de hombres. Todos ellos van de tipos duros, pero, realmente, son una panda de adolescentes que nunca han madurado. Pronto, Jess y su amiga Cece encajarán en ese grupo de raritos formado por Nick, Schmidt, Winston y Entrenador. Y claro, uno que siempre ha sido y es rarito se siente identificado con todos ellos.
Sí, echo de menos a Jess Day. Claro, como echo de menos a Carrie Bradshaw, pero esta nunca se ha ido. Siempre que pillo por la televisión una de las dos películas de Sexo en Nueva York la pongo y la veo. Me da igual que sea la primera o la segunda. Me da igual el orden y me da igual todo. Con New Girl haría lo mismo, pero no está en ninguna plataforma. Durante un tiempo estuvo en Netflix, pero terminó desapareciendo. Quitaron las primeras temporadas sin avisar y la última nunca la llegaron a estrenar. Tiene fallos de guion y nunca aprendí las reglas de True American o Verdades de América. Y qué más da. Me gusta porque es divertida, hay cameos espectaculares, como Prince, Taylor Swift y Jamie Lee Curtis, entre otros. Ojalá alguna plataforma la mantenga para siempre. Rezo para que eso pase, igual que lo haría Carrie para obtener en primicia la nueva colección de Manolo Blahnik. Caramba, y quién no.
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