Minicrítica: Jean Claude Van Damme o Johnson, o qué sé yo. T1.

La serie es lo que es. Es Jean Claude Van Damme haciendo de sí mismo y de otro; de Johnson. Este último es un espía. Un espía que tiene como tapadera a Van Damme, y que usa las películas de acción para poder ir realizando las misiones que le encarga el servicio secreto. La trama no da para mucho, pero entreteniene, es divertida y tiene acción; cosa que no podía ser de otra manera estando Van Damme por medio.

Lo mejor son los guiños a las películas de acción, de espías, de velocidad;... Se ríe de todos y de todo. Hasta de él mismo. Hay referencias, que  no guiños, a sus propias películas, y de la cantidad incesante que las repiten por TV. También resulta hilarante el momento, ya en el final, en el que nadie  le recuerda pese a tener una estatua gigante en Bruselas. Esos puntos cómicos le dan a la serie lo que le falta por parte de trama. Y, sin duda, son lo mejor. Lo peor, en cambio, es que la cancelaron sin razón aparente. El final te deja con ganas de ver a Van Damme viajando en el tiempo para solventar los problemas que ha ido causando durante tantos años.

Una serie muy recomendable para todo fan del cine de acción de los 80, porque de eso va la cosa, de reírse de uno mismo recordando mejores momentos. Además, cuenta con el mejor formato posible, 30 minutos por cada episodio. Que hacen un total de seis.