Daredevil. T3.
La Temporada número tres de Daredevil, se sitúa justo después de la Primera temporada de The Defenders. Lo digo, porque muchos se han encontrado que no sabían cómo Matt había llegado a esa situación tan desesperada. Nuestro héroe se encuentra curándose de sus heridas en la iglesia que le vio nacer. Es en este lugar donde sucede gran parte de la trama, sobre todo, la que tiene que ver con el pasado; tanto lejano como cercano.
La historia sigue los pasos y el regreso de Wilson Fisk a la Cocina del Infierno, a mí me sigue recordando a un difunto programa de Telecinco. Él, estaba en la cárcel, pero a base de chantajear al FBI consigue volver a su casa en un ático de lujo de un hotel. Ahí sigue manejando los hilos a su antojo; destrozando al resto de bandas rivales y, por supuesto, la reputación de Daredevil. Para lograr esto último, se vale del agente PointDexter para que se ponga el traje rojo. Un traje al que Matt había renunciado, exáctamente como se nos muestra en los cartéles publicitarios.
La trama nos vuelve a llevar al principio de la misma temporada, con KingPin en la cárcel, pero con la diferencia de que Matt, Karen y Foggy han vuelto a unirse para hacer todo el bien posible. Durante estos trece episodios, conocemos a la madre de Matt, una de las monjas de la iglesia en la que se crió, y, conocemos cómo terminó Karen en Nueva York. Para mí, ese es con diferencia, el capítulo más sorprendente de la temporada, ya que no me lo esperaba en ningún momento. Por lo demás, decir que hay algún episodio cargante, porque la trama no aporta mucho más a lo que ya habían mostrado, pero sigue siendo muy entretenida, aunque para mi gusto, sigue estando un paso por debajo de Jessica Jones.
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