Regreso a Westworld. T2

La anterior temporada me dejó con la boca abierta y, esta segunda, es todavía más misteriosa e intrigante que la primera. Sí en su T1, Westworld resultó ser un juego maquiavélico; en esta T2, el juego ha cobrado vida.

Tras la muerte de Ford, en el último episodio de la T1, vemos que todos los anfitriones han cobrado conciencia propia y, todos los huéspedes se sienten atrapados en ese mundo. Un mundo, que sigue entrañando un gran misterio y un gran proyecto. La compañia Delos, de la que William es el dueño, ha organizado un sistema para recaudar información sobre los visitantes, y así poder sacar ventaja de ello. Sin embargo, ese proyecto se vuelve en su contra, ya que consigue convertirse tanto en un paraíso mágico como en un arma, para los anfitriones.

Ese proyecto, está situado en el Valle de Allende; el cuál recibe también los nombres de "El Valle más allá; la Gloria; y la PUERTA". Recalco este último, porque es el nombre que ha recibido esta temporada (la anterior se llamaba el Laberinto). Y en la búsqueda de esa Puerta, de ese Valle de Allende, de esa Gloria; acompañamos a Dolores, que cada vez es más Wyatt, con Teddy, protegiendo a Dolores; a Maeve, con Héctor Escatón, Armistice, Lee, Félix, Sylvester y su nueva acompañante Hanaryo (una versión de Armistice); William, ya convertido en un Hombre de negro que busca algún tupo de redención junto a su hija, Emily;  por último, también acompañamos  a Bernard y a Elsie (al finalizar la T1, HBO y Bad Robot, habilitaron una web llamada Delos Destinations (si pincháis, sereis redirigidos a dicha web); donde pudimos acceder a contenido exclusivo de la serie; y ahí, confirmaban que Elise seguía viva).

Al final de temporada, alcanzan ese lugar y se descubre todo el pastel. El juego había mutado. El proyecto de Delos era más complejo que simplemente obtener información para los negocios; quieren alcanzar la vida eterna. En eso vemos constantemente a James Delos; que está encerrado en una habitación y donde Will, tiene que buscar la fidelidad. Esa fidelidad es también lo que buscaba Dolores al crear a Bernard, porque sí, ella creó a Bernard gracias a sus recuerdos. Y son esos recuerdos a los que uno debe verdadera fidelidad. 

Por su parte Will y Emily,  van camino del final del  juego, intentando  solventar sus diferencias. Unas diferencias, que vemos en pantalla gracias a la muerte de Juliet; la mujer de Will, hermana de Logan  y madre de Emily.

Emily (Katja Herbers), cumple un papel fundamental; ella esa la hija de Will y la única que sabe cómo  es él realmente. Ella ve en qué se ha convertido su padre. En un hombre cruel y despiadado que no puede dejar de pensar en su propio beneficio. Eso hace que ambos se separen, pero cuando estallan todos los conflictos los dos quieran reunirse y solventar sus problemas, aunque no lo consigan.

Por otro lado, Bernard y Elsie, van en busca del Valle, pero Bernard tiene un polizón dentro de su conciencia, al propio Ford. Ese factor hace que toda la trama entre en un juego del gato y el ratón, donde no sabemos qué afecta realmente a Bernard y qué no.

Así nos mantienen hasta el final de temporada. Un final que en vez de resolver las dudas, hace que tengamos más. Todo gracias a la escena postcréditos que nos muestra a Will haciendo un test de fidelidad con su hija, Emily. Esos test de fidelidad son algo muy importante, ya que la temporada arranca con uno entre Bernard y Dolores; sigue con uno entre Will y James Delos y; termina, con el de Will y Emily.

En cuanto al descubrimeinto de la temporada decir que está en manos de Bernard y Dolores. Ya que todo cambia desde la primera temporada. Y el hilo entre ambos es el siguiente: Arnold crea a Dolores; Dolores mata a Arnold; Dolores crea a Bernard; Bernard mata a Dolores; Bernat crea a Halores; Halores mata a Bernard; Halores crea a Dolores y; por último, Dolores vuelve a crear a Bernard. Estos son los elementos claves para entender todos los comportamientos que hay en pantalla.

Destacar también que vemos diferentes líneas temporales entre las dos temporadas; vemos la historia justo unos años después del viaje de Will y Logan y; 15 días después de la muerte de Ford. Con estos elementos juegan desde el principio. Con esos, y con la mente de Bernard, ya que casi todo lo vemos bajo su perspectiva. Una perspectiva que se ha visto modificada debido a que es un anfitrión. Otra cosa que gusta mucho es que hemos visto diferentes parques de Delos, como el Raj de la mano de Emily, y el ShogunWorld de la mano de Maeve y sus acompañantes en la búsqueda de su hija.

Una gran segunda temporada que para algunos les resulta desesperante, pero que realmente muestra que hay algo más allá de la trama principal. Como las posibilidades de la vida eterna y de la rebelión del exceso de tecnología artificial. Sin duda, a la altura de la primera temporada. O incluso algo superior. Estamos ante una de las series que en unos años se hablará de ella.



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