Legión. T1.
David Haller (Dan Stevens) es un paciente del hospital psiquiátrico. Ese es el punto de partida de la serie de FOX sobre el universo de los X-Men. Él, está en tratamiento para la esquizofrenia que le fue diagnosticda cuando era niño. Y con la llegada de una nueva paciente todo cambia; Syd Barret (Rachel Keller). Ambos, con personalidades totalmente opuestas se enamoran; pero no pueden tener ninguna clase de contacto físico entre ellos; si lo hacen, la mente de Syd cambia de cuerpo.
Hasta ahí todo normal; una serie de superhéroes con peculiaridades especiales. Sin embargo; toda la temporada es un viaje constante entre diferentes dimensiones. La historia mezcla diferentes líneas temporales y argumentales con una maestría tal, que cuesta llegar a entenderlo hasta el último capítulo.
Conocemos los miedos, los traumas y las bondades de toda la gente que va acompañando a David Haller durante los capítulos. Ese grupo de personas formado por Lenny Busker (Aubrey Plaza); Ptonomy Wallace (Jeremie Harris); Cary Loudermilk (Bill Irwin);... Todos se enfentan a un mal mayor, llamado "el Rey sombra" . La trama va girando y creciendo con el paso de los ocho capítulos y todos tienen la duración estándar de entre 50 y 55 minutos; cosa que facilita mucho el visionado en forma de maratón.
Sin duda Legion es una de esas series con estilo, con calidad, y que a uno le hacen disfrutar de lo que ven sobre la pantalla. Acción; diversión; humor; y una historia que engancha en todos los aspectos que uno pueda imaginarse. El final de temporada es cerrado, aunque deja un pequeño hilo abierto para su regreso en una segunda temporada.
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