New Girl. Review de la serie completa.
New Girl es una comedia de situación clásica, donde una profesora de educación infantil se muda a un nuevo piso tras romper con su novio. Esa profesora es Jess (Zooey Deschanel) y, en el piso, habitan tres hombres muy particulares. Nick (Jake Johnson), Schmidt (Max Greenfield) y Winston (Lamorne Morris). En esa casa, también termina viviendo Cece (Hannah Simone), la mejor amiga de Jess que además, es modelo profesional. Todos ellos conforman un grupo de amigos muy especial.
Durante las siete temporadas que dura la serie, vamos viviendo con ellos alguna de las situaciones más cómicas que recuerdo en televisión, ya que no pierde en ningún momento la frescura con la que comienza la serie. Esto, es algo de admirar, porque no suele ser muy habitual en este tipo de series. También consiguen integrar de forma magnífica las tramas personales de todos los personajes, haciendo que terminen completamente unidas a los finales de temporadas y al final de la serie. La evolución de los personajes también es algo importante dentro de las tramas en conjunto, porque consiguen acompañar en buena medida los hilos argumentales surgidos entre todos y cada uno de los elementos que conforman las temporadas.
Si bien en las primeras temporadas primaba el humor por encima del resto, en las últimas temporadas, el humor no queda de lado, pero sí gana más peso el desarrollo argumental. Esto facilita su visionado y su capacidad de seguir siendo fresca y sorprendente. No sufre de capítulos de relleno, cosa que es de agradecer.
Otra de las cosas a destacar fue la aparición estelar de Megan Fox como Reagan, la nueva compañeraa de piso, en lo que Jess era miembro de un jurado popular. Su fichaje fue realmente interesante, ya que desconocía que fuese capaz de hacer algo más que películas de acción. También son destables los contínuos guiños a Mad Men, al igual que los cameos de actores y artistas, como son el caso de Prince, Taylor Swift y de Dermot Mulroney y Jaime Lee Curtis.
La única pega que puedo ponerle es la odisea que ha supuesto verla. En un principio la tenía Netflix casi al completo, pero tras haber visto los cuatro primeros episodios, la plataforma retiró las tres primeras temporadas sin previo aviso, algo que no comprendo en absoluto. Tampooo tenían la última temporada, pero eso suele ser algo habitual. Por lo que, la falta de las tres primeras temporadas me hicieon buscarla en webs amigas, porque sí, me enganché de una forma espectacular a este sin sentido hecho realidad.
Durante las siete temporadas que dura la serie, vamos viviendo con ellos alguna de las situaciones más cómicas que recuerdo en televisión, ya que no pierde en ningún momento la frescura con la que comienza la serie. Esto, es algo de admirar, porque no suele ser muy habitual en este tipo de series. También consiguen integrar de forma magnífica las tramas personales de todos los personajes, haciendo que terminen completamente unidas a los finales de temporadas y al final de la serie. La evolución de los personajes también es algo importante dentro de las tramas en conjunto, porque consiguen acompañar en buena medida los hilos argumentales surgidos entre todos y cada uno de los elementos que conforman las temporadas.
Si bien en las primeras temporadas primaba el humor por encima del resto, en las últimas temporadas, el humor no queda de lado, pero sí gana más peso el desarrollo argumental. Esto facilita su visionado y su capacidad de seguir siendo fresca y sorprendente. No sufre de capítulos de relleno, cosa que es de agradecer.
Otra de las cosas a destacar fue la aparición estelar de Megan Fox como Reagan, la nueva compañeraa de piso, en lo que Jess era miembro de un jurado popular. Su fichaje fue realmente interesante, ya que desconocía que fuese capaz de hacer algo más que películas de acción. También son destables los contínuos guiños a Mad Men, al igual que los cameos de actores y artistas, como son el caso de Prince, Taylor Swift y de Dermot Mulroney y Jaime Lee Curtis.
La única pega que puedo ponerle es la odisea que ha supuesto verla. En un principio la tenía Netflix casi al completo, pero tras haber visto los cuatro primeros episodios, la plataforma retiró las tres primeras temporadas sin previo aviso, algo que no comprendo en absoluto. Tampooo tenían la última temporada, pero eso suele ser algo habitual. Por lo que, la falta de las tres primeras temporadas me hicieon buscarla en webs amigas, porque sí, me enganché de una forma espectacular a este sin sentido hecho realidad.
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