Bienvenidos a la lucha: The Good Fight. T1

The Good Fight es el spin off de The Good Wife y, arranca justo un año después de su final. Lo normal es ver primero la serie protagonizada por Julianna Margulies en el papel de Alicia Florrick antes de meterse de lleno con la serie de Christine Baranski como Diane Lockhart. Es cierto que son dos series independientes y, que a efectos narrativos, no pasa nada, pero sí es necesario saber cuáles son las referencias, ya que varios de los personajes aparecen en ambas series. 

La temporada comienza con un ritmo trepidante gracias a los hechos que viven  Diane y Maia Rindell (Rose Leslie, Ygritte en Juego de Tronos). La primera, cuando decide que ha llegado el momento de jubilarse, pierde todos los ahorros de su vida a manos de los padres de Maia; la segunda, por el fraude cometido por sus familiares no consigue encontrar trabajo como abogada. Por un giro del destino, Diane recibe una oferta como asociada del primer bufete afroamericano de Chicago y, solo pide una condición, que contraten a Maia como asociada junior.

En dicho bufete, se reencuentra con Lucca Quinn (Cush Jumbo), la que fuera amiga de Alicia y asociada junior en Lockhart, Agos & Lee y, la que le "supuso" el divorcio con Kurt. Cuando consiguen hacer las paces para empezar a trabajar juntas en el nuevo bufete un año después del juicio a Peter Florrick, aparece Marissa Gold (Sarah Steele), hija de Elie Gold (Alan Cumming en The Good Wife y el encargado de todas las campañas electorales de Peter Florrick / Chris Noth). Ella le pide trabajo a Diane y esta, la contrata como su asistente personal. 

La idea sigue siendo la misma,  episodios autoconclusivos con una trama mayor detrás de todos los personajes. Pese a que el argumento pricipal esté muy politizado contra Trump, la serie no baja el ritmo en ningún momento de la temporada. Un ritmo que a The Good Wife le costó mucho alcanzar y, que terminó tirando por la borda ya muy cerca del final de la serie. Quizás ayude que sean pocos episodios, diez frente a los veintidos que tenía cada temporada de la serie troncal o, tal vez, sea que, al conocer ya a varios de los personajes protagonistas, uno sepa de qué pie cojean desde el principio y cómo van a ir actuando.

La cosa es, que The Good Fight, en esta primera temporada, no es que solo sea una digna sucesora de The Good Wife, si no que es mucho mejor que la serie principal. Dejan de lado las tramas políticas centradas en dos personajes para hacer que todos los protagonistas, se muevan al compas de un eje mayor sustentado por la política de Donald Trump y el clima social de los Estados Unidos.