You, la obsesión llevada al máximo. T1
La serie, basada en un libro del mismo nombre (creo que a España no ha llegado ni el primer volumen ni la secuela) se estrenó en el momento justo, en Navidad. Todos odiamos tener que aguantar a la familia más días de los necesarios y a Netflix no se le ocurrió nada mejor que meternos a un acosador psicópata con el que pasar el fin de año.
La devoré de una sentada, bueno dos, me quedé ojiplático. Joe (Penn Badgley), es nuestro querido psicópata enamoradizo, que trabaja en una librería en el centro de Nueva York. Y es ahí donde todo comienza y ¿termina? Al menos en la primera temporada sí, ahí termina. Como bien he dicho, Joe está trabajando en la librería cuando aparece ella. Una joven chica rubia, guapa y sexy que está buscando un libro determinado. Por supuesto, Joe se emociona al verla entrar y quiere conquistarla. Ella se llama Guinevere Beck (Elizabeth Lail) y tiene una pareja más o menos estable.
Ese novio es una gilipollas y Joe lo sabe. Lo sabe porque ha comenzado a seguir a Beck y a todo su entorno. Necesita saber de ella y conocer todos los detalles de su vida. Quiere librarla de ese cretino y ocupar su lugar en una fantasía romántica perfecta que se ha inventado en su cabeza.
Ese es el argumento base para toda la serie, pero da igual. No importa que sea sencillo y que esté trillado. No importa que haya mil y una referencias. No importa que los personajes estén todos pasados de vueltas. Y no importa nada de eso porque la serie y su narrativa funcionan.
El ritmo cambia de forma radical entre episodios y quizás parezca que hay algo de relleno, pero no es así. Todas y cada una de las tramas y narrativas que aparecen en la serie están interconectadas, por lo que todo cobra sentido con el final de temporada. Un final de temporada que termina que con un cliffhanger monumental que esperemos consigan resolver bien en su segunda temporada.
Para mí, lo más divertido, además del argumento de la serie, fueron las referencias, cosa que creo esenciales debido al marco incomparable en el que está ambientada la serie. Nueva York, escenario de millones de series y millones de películas, es otra de las piedras angulares de la temporada. Sus guiños a Sexo en Nueva York; a Manhattan y Annie Hall, entre otras películas de Woody Allen; a Dexter, por la narrativa de la consciencia de Joe; a Stephen King; al Alienista y así una lista todavía más larga. Conozco gente a la que no le ha gustado nada la serie ni la temporada, pero en mi opinión, fue uno de los grandes estrenos del año pasado o de este, depende de cómo se mire.
El ritmo cambia de forma radical entre episodios y quizás parezca que hay algo de relleno, pero no es así. Todas y cada una de las tramas y narrativas que aparecen en la serie están interconectadas, por lo que todo cobra sentido con el final de temporada. Un final de temporada que termina que con un cliffhanger monumental que esperemos consigan resolver bien en su segunda temporada.
Para mí, lo más divertido, además del argumento de la serie, fueron las referencias, cosa que creo esenciales debido al marco incomparable en el que está ambientada la serie. Nueva York, escenario de millones de series y millones de películas, es otra de las piedras angulares de la temporada. Sus guiños a Sexo en Nueva York; a Manhattan y Annie Hall, entre otras películas de Woody Allen; a Dexter, por la narrativa de la consciencia de Joe; a Stephen King; al Alienista y así una lista todavía más larga. Conozco gente a la que no le ha gustado nada la serie ni la temporada, pero en mi opinión, fue uno de los grandes estrenos del año pasado o de este, depende de cómo se mire.
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