A Rajoy tampoco le gustó el final de House of Cards.

El martes, 10 de diciembre de 2019, estuvo el expresidente Rajoy en el Hormiguero. Presentaba su libro de memorias. Sin leerlo, ya sé que será mejor que el de Pedro Sánchez. No sé de qué habló, puse tarde la entrevista, quién me conozca sabe que no suelo poner Antena 3. Me llamó la atención cuando dijo que no le gustó el final de House Of Cards, aunque, para ser justos, me la habría llamado más si hubiese dicho lo contrario.

Dijo que las tres primeras temporadas eran soberbias y que luego el guionista enredó todo demasiado. Yo también lo creo. De hecho, llegó a ser una de mis series favoritas en emisión. Lástima que se fuese todo al traste con las renovaciones absurdas de Netflix. No tuvo sentido el final y el de Rajoy, en política, tampoco. Todavía sigo teniendo pesadillas con Claire Underwood, el bolso de Soraya y ese fundido a negro.

En Estados Unidos, no están mucho mejor que nosotros. Quieren “enmelocotonar” (qué palabro) a Trump. Esto ya salió en The Good Fight. Y, presumiblemente, termine exactamente igual que en la serie de la CBS. Eso sí, espero que no les aticen dibujitos a los Republicanos que desean “convertir”. (Desde aquí hago un llamamiento para que no nos los metan en la cuarta temporada).

La verdad, es que me imagino más a Rajoy como en Veep. También me imagino así a la cúpula de Podemos. Aunque a ellos, les va mejor Dallas.