The Mandalorian 1x08: Un digno final para la primera temporada.
El episodio arranca con los dos soldados exploradores de
regreso con Baby Yoda. Como esperan una confirmación para poder entrar
al pueblo sin ser masacrados por Moff (el gran activo Imperial), se ponen a
disparar a una maceta. Obviamente, no acierta ninguno de los dos. Para mí, esto
ha sido para rellenar metraje, no aporta absolutamente nada a la narración.
Acto seguido, aparece IG-11, reacondicionado tal y como dijo Kuiil. Afirma que
es el protector del niño y que deben entregárselo. No lo hacen y son eliminados
por parte del antiguo cazarrecompensas.

Moff les ofrece una salida amistosa y tiempo
para reflexionar sobre ella. Mando, les cuenta a Cara y a Greef, que conoce
perfectamente quién es porque es la única persona que sabe su verdadero nombre.
También les explica que ser Mandaloriano no implica ser de Mandalore (planeta
natal de los primeros cazarrecompensas Mandalorianos), sino que más bien,
responde a un tipo de credo y de forma de actuar y cómo él decidió seguir esas
enseñanzas en el momento en el que se quedó huérfano. Todo esto concluye con un
gran tiroteo, en el que Baby Yoda vuelve a usar la Fuerza.
Tras unos momentos tristes, oímos nuevamente leyendas
sobre la Fuerza y los Jedis, hay que tener en cuenta que, para ellos, no llegaron
a existir, ya que el Imperio arrasó con todo y, que el único Jedi vivo es Luke
y ha comenzado con la creación de la nueva escuela que tanto dará que hablar en
la última trilogía. De aquí en adelante, el episodio baja el ritmo hasta
terminar con la despedida de Mando y Baby Yoda de Cara Dune y Greef
Karga.
El episodio solventa algunos de los principales problemas
que ha ido mostrando la parte central de la temporada. El aire a western la
perjudica a la hora de narrar todos los hechos, pero tiene tan buen montaje que
se pueden ignorar.
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