The Mandalorian 1x05: Un regreso flojo a la cantina.
Lo primero de todo, decir que el episodio, ha sido más flojo
que los anteriores, pero con una escena final bastante inquietante. Sigue la
senda de los westerns y, parece que nos han “presentado” al villano
de la temporada o de la serie.
El capítulo arranca con duelo de naves cerca de Tatooine, dónde
nuestro Mando, tiene que aterrizar con Baby Yoda para reparar la
nave. Como no tiene créditos suficientes, decide ir a la cantina en busca de un
trabajo fuera del Gremio. Allí, sentado en una de las mesas, conoce al Pistolero
(nombre que recibe el episodio). Es un chico joven que quiere entrar en el gremio
de cazarrecompensas y, cree que no puede enfrentarse solo a una asesina que
trabajaba para los Hutt. Mando decide ayudarle y, tras un viaje por las dunas
de arena, con aparición de los Tusken incluida, consiguen dar con la asesina. Tras
una pelea, la capturan y, una vez dispuestos para ir a cobrar la recompensa,
Mando es traicionado por el Pistolero. Como es lógico, no es rival para él
y, con un golpe de efecto se lo quita de encima.
Básicamente, ese ha sido el argumento del episodio, pero el
descenso del nivel, ha sido notable. Es otro de esos episodios de transición, aunque
no tienen mucho sentido teniendo en cuenta el presupuesto y la factura de la
serie. Han jugado con los recuerdos de la trilogía original, sobre todo, con el
“Episodio IV: Una nueva esperanza”. Si eliminamos todo ese material, nos habría
quedado un episodio bastante deslavado. Espero que el siguiente sea mejor.
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