The Punisher. T1.

The Punisher es la historia de una venganza. Una venganza que empieza en la segunda temporada de Daredevil y, que continúa en esta serie y que se sitúa justo después de The Defenders, pero no hace falta tenerla vista para entender lo que vamos viendo en pantalla. 

Frank Castle (Jon Bernthal) y Karen Page (Deborah Ann Woll).

Jon Bernthal interpreta a Frank Castle (nada que ver con el famoso escritor de novelas Richard Castle), es decir a The Punhisher; Ben Barnes es Billy Russo, el mejor amigo de Frank; Deborah Ann Woll vuelve a ser Karen Page; y Amber Rose Revah es una agente de Homeland Security llamada Dinah Madani.  Durante los 13 episodios que dura la temporada asistimos a una consecución constante de acción; espionaje militar y venganza. Sobre todo, venganza. Porque si de algo va esta serie es de eso; de la venganza de un militar de las fuerzas especiales de los Estados Unidos contra la gente que mató a su familia.

En eso se resume toda la trama, y bajo  se prisma gira todo. La acción hace que no sea tediosa de ver, pero sí repetitiva. La no existencia de giros de guión la vuelve previsible para cualquiera. Todo va por un camino muy marcado desde que comienza la historia en Daredevil y sigue aquí.

Intentan mezclar dos o tres historias diferentes que convergen en una sola persona, en Frank Castle. Sin embargo, el problema de ese planteamiento es que ya sabemos por dónde van a ir tirando desde el capítulo cinco, y todavía nos quedarían otros siete para hartarnos a ver un bucle casi constante que intentan subsanar con disparos y explosiones constantes.

En resumen, la serie es resultona, fácil de ver ya que no exige de una atención plena en la pantalla, pero nada trabajada argumentalmente. Todo va por un cauce y no hay nada que nos haga salir de él. Intentan profundizar en la personalidad de Frank Castle, pero no lo suficiente para encontrar algo que nos sea inesperado. Lo dicho, una serie para ver un domingo por la tarde sin muchas pretensiones.